28 nov 2010

Chispa

La tenue chispa que que brotó por la persiana enjuaga esta dimensión oscura, admite que pueda ojear a través de su resplandor una emboscada de madrugadas que nace en el horizonte y determinan la ciudad. Ella quiere mantenerse despierta, y así yo tenga que reposar no me deja, tampoco a ti, que no muy lejos te encuentras, tu persiana incluye la chispa de este núcleo que nos vigila. No estoy en contra, la baldosa no me permite mirar todo el circuito, pero obtengo mis sospechas naturalmente con la chispa, gota de lluvia pequeña, disparo de luz en medio de nuestros juicios electrizantes, tan solo esa partícula encendida es la que me hace sentir y te puedo sentir; hermosa oscuridad.

Se expone ficción en este rincón, la villa nos disfraza el infierno que arde bajo este suelo. Ya, causantes los osados humanos que van resbalando, por que al escalar se traen los fanfarrones que no nos dejan dormir, y por eso, la aurora siempre esta ardiendo. No podemos dormir pretendiendo no malgastarnos en este bullicio que tanto conocemos pero se transforma con los ciclos, y si nos dormimos, podemos despertar en un teatro nuevo, no comprender el guión y abandonarnos de nuevo.

Me guío con la tenue chispa, y ojeo el resplandor para que la luz no me deje dormir, la luna tan solo parece un adorno de este establo.

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Claudia Krisztina